El jueves 6 de junio se exhibió, en La Casa de la Cultura, la novela Un verano para recordar, del
escritor bahiense Luciano Sívori. En
diálogo con Bonus Track, el autor
nos comentó sobre la forma en que se gestó y la manera en que vivió el
evento.
¿Qué
análisis hacés de la presentación?
·
Sinceramente, me sorprendió
muchísimo, para bien.Fue una labor muy profesional por parte de EdiUNS. El músico invitado, Fernando
Medori, estuvo espectacular. Las palabras fueron las justas y se generó un
ambiente muy ameno, de mucho humor y
alegría. Estaba toda la gente que quería que estuviera, inclusive vinieron
algunos que ni conocía, hecho que también es muy lindo. Sinceramente, la pasé muy bien.
·
La culminación y coronación
de dos años de trabajo…
·
Sí, e incluso, todo de forma muy inesperada, porque cuando
empecé a escribir la novela (tardó aproximadamente tres meses en escribirla, y año y medio en corregirla y editarla), redacté
con la idea de llegar a publicar, pero uno lo ve tan lejano que, realmente, en
el momento en que se termina de materializar es muy fuerte.
·
Contame cómo se empezó a concebir
y los porqué de la elección del formato.
·
Bueno, la concepción de la
novela en sí, ya te digo que no me acuerdo cómo pasó todo. Empecé escribiendo de
muy chico, desde los primeros años de la secundaria, poco a poco fui leyendo…
creo que uno aprende a escribir leyendo a los grandes autores, y no me siento
todavía ni cerca de ser uno de ellos, o
de un gran escritor; pero sí me doy
cuenta que algo fui evolucionando, y el crecer tiene que ver con la novela,
porque arranqué con algunos guiones de teatros sencillos, con descripciones muy
básicas, prácticamente eran diálogos, pasé a escribir algunos cuentos (hoy en
día elaboro uno cada mes y medio); pero finalmente terminé en la novela, que de
alguna forma es lo más complejo que uno podría llegar a querer concebir. En
realidad no sé por qué se me ocurrió, pero un día me levanté diciendo: “Tengo
esta idea, quiero escribirla” y comencé. Tres meses que pasaron volando, se
esfumaron. Cuando terminé resultó que no solo tenía una novela entretenida y
amena, sino que poseía un montón de crítica social, reflexión, filosofía… y era muy conceptual. Ahí fue donde
dije: “Vamos a ver si alguien dice que vale la pena”. Se la empecé a mandar a
amigos, familiares, a gente que no
conocía, y algunos me dijeron: “Sí, la verdad es que está muy buena, tenés varias
cosas para corregir, pero la encuentro interesante”.
Así fue como fue surgiendo el interés por publicar.
·
¿De qué trata la obra?
· Es una historia de aventura de tres amigos. Uno de ellos es el que se siente más feo, menos de todo. Tiene algunas ideas raras: confía en las señales del destino y cree que el universo le habla y lo va llevando a donde el quiere llegar, que en este caso es encontrar a su alma gemela. Es una persona reflexiva, solitaria, filosófica y existencial. Los dos amigos deciden seguirlo a Puerto Madryn, sitio donde consideran que van a encontrar a la persona. Se empiezan a desatar unas pequeñas odiseas, se revelan algunos secretos que llegan a hacer –inclusive- que sus vidas peligren; y en el medio descubren que hay un personaje enigmático, que lo llaman El Viejo Cansado, que parece saber demasiado sobre ellos. Entonces, en este viaje de reconocimientos y de aprender sobre ellos mismos y la realidad que los rodea, van a empezar a descubrir que hay una fuerza sobrenatural que los está guiando y persiguiendo, a pesar de que no hay elementos sobrenaturales que se definan como tales. Existen, también, cosas que todos podemos llegar a identificar: la búsqueda del destino y de nuestra propia identidad, y lo mal que nos puede llegar a hacer la mentira en una relación de pareja o de amistad. En el medio, hay mucho humor, y básicamente, una aventura- con demasiado corazón- de un grupo de amigos en la búsqueda de sí mismos.
·
¿Qué papel juega la juventud
en tu novela?
·
En realidad, siempre lo
dije, está basada en gente que podríamos llamar jóvenes- adultos. El nuevo
adolescente que está saliendo de esa época turbulenta que es la adolescencia y
entrando a la Universidad, pero que todavía no llegó a saber qué es lo que
quiere, qué es lo que busca. La juventud tiene un rol fundamental; de hecho
sería uno de los leitmotiv de la novela, porque ellos viven todas las cosas que
hoy en día vive un joven, tanto sexualmente como socialmente... esto de elegir
una carrera y no estar seguro de si es lo que quieren hacer para toda la vida.
Me parece que en ese sentido tiene mucho para que una persona de esa edad, de
unos 20/22 años, se sienta representado; pero además, para que el adulto pueda
entender cómo hoy en día ha cambiado la forma de vivirse ese período de vida
que es el del joven adulto.
·
Por las problemáticas que
mencionás y por todos los temas que me fuiste comentando, tiene un fuerte
anclaje en la realidad.
Sí, totalmente. De hecho, está ambientada en una argentina contemporánea. Todo sucede en períodos muy chicos, que podrían llegar a ser dos semanas. La historia va y viene en el tiempo: a veces al futuro, otras al pasado. Está centrada en lo que nos pasa actualmente, a pesar de que las temáticas que se tratan son universales. Inclusive, los personajes no son solo personajes, sino algo más. Tenemos a uno que representa a las características de un joven adulto de esta era.
Sí, totalmente. De hecho, está ambientada en una argentina contemporánea. Todo sucede en períodos muy chicos, que podrían llegar a ser dos semanas. La historia va y viene en el tiempo: a veces al futuro, otras al pasado. Está centrada en lo que nos pasa actualmente, a pesar de que las temáticas que se tratan son universales. Inclusive, los personajes no son solo personajes, sino algo más. Tenemos a uno que representa a las características de un joven adulto de esta era.